Derechos y Humanos
Hace algunos meses, llegó a mi buzón de correo un enlace a este vídeo de Amnistía Internacional:
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Me gustó el concepto y entendí que la censura de la televisión estatal española, para transmitirlo como “publicidad social”, de manera gratuita, quedaría resuelta en buena parte gracias a la contracampaña iniciada en Internet y la acción de muchos bloggers. Por supuesto, dejando fuera a todas las abuelitas a quienes he oído afirmar sobre esto o aquello con el indiscutible argumento de “así lo dijeron en la tele”.
Tiempo después, participé en unos seminarios, con un expositor de Amnistía Internacional. Jurista vocacional y convencido de la importancia de su lucha, agresivo y positivamente cínico, dedicó algunos días a hacernos entender por qué la pobreza es, más que un estrato socioeconómico, un atentado contra los derechos humanos.
Su postura era la siguiente: la pobreza, claramente ocasionada por la pésima distribución de bienes en el mundo, la explotación y el abuso, en beneficio de quienes tienen el poder o la riqueza, somete a miles de personas a una vida indigna, con niveles de supervivencia que debería darnos vergüenza siquiera tolerar.
Y es un atentado contra los derechos humanos, como la tortura, porque no permite a quienes la padecen desarrollar sus potencialidades, ejercer y disfrutar de su libertad.
Por supuesto, el buen hombre nos explicó esto de modo magistral y con terminología legal adecuada. Yo lo pongo en simple no pensando en mis lector@s, sino en mí misma y en mi necesidad irremediable de nivelarlo todo a mi altura, para deglutirlo sin atragantarme (es lo que tiene ser Lucía).
Imagino que la prohibición de las televisiones españolas fue definitiva porque se toca directamente a George W. Bush. He revisado (y recordado) anteriores propagandas de Amnistía Internacional y nunca antes fueron así de punzantes con Estados Unidos. Por otro lado, y pese a los entornos progres en los que suelo moverme (y a mi padre comunista, que en paz descanse), no me causa pudor alguno admitir que es de justicia encontrar por ahí a Fidel Castro, básicamente porque le queda bien eso de afirmar que “toda persona tiene derecho a dejar su país y retornar a él cuando quiera”.
No es saludable cegarnos. Un hombre sabio que pudo ser mi jefe (¡malditas fronteras!), me contó hace poco la historia de un taxista que conoció en La Habana, a quien intentó adular, como buen cooperante, admirándose de lo bien que se estaba allí y lo cultos que eran todos, en comparación con otros países de Centroamérica y Europa. El conductor, con mucha paz, le respondió: “Sí, pero ya me gustaría a mí poder ver esas realidades de las que usted me habla, con mis propios ojos”. Lección aprendida.
En todo caso, me parece bastante valiente la decisión de Amnistía Internacional no sólo de colocar a Bush (Fidel es blanco fácil, no tiene mérito meterse con él), sino también al primer sion… perdón, ministro israelí, al democratísimo presidente chino, al “Rey de Libia”, al amado líder norcoreano, al abstemio y antiperiodístico Putin, entre otros. Todos poderosos. Todos diplomática y económicamente intocables. Todos grandes líderes de un mundo que se va cada vez más al infierno, siendo justamente los más pobres y más jodidos quienes más luchan por vivir. Jodidos desde mi particularísima subjetividad, por supuesto. A saber de autopercepciones varias.
En los entornos tibios y de derecha en los que en esta ocasión me ha tocado moverme (soy voluntaria en una ONG bastante ligada al Opus Dei y trabajo en una zona pituca de Lima, que, curiosamente, concentra al mayor porcentaje de cooperantes internacionales, turistas y otras hierbas, tal vez por sus buenos/caros cafés, discotecas y cercanía con el bohemio distrito de Barranco) la percepción de Amnistía Internacional tiende a ser negativa, por una sencilla razón: la defensa de los derechos humanos de terroristas de Sendero Luminoso y el MRTA.
Es que habría que haberlo vivido para entenderlo. Muchas personas perdieron seres queridos en la guerra interna, que azotó Perú por casi veinte años (descontando los eventuales rebrotes en el Huallaga y la sierra norte). Aquellos que se vieron dañados por la guerrilla, consideran injusto el movimiento de dinero y cortes internacionales para defender a quienes pertenecieron a las líneas “asesinas”. Los que, por el contrario, padecieron a causa de políticos y militares, evidentemente apoyan las investigaciones de rigor, tanto de "presos políticos" como de comandos del ejército nacional. En este asunto de generalidades, no podemos olvidar los sentimientos de cada individuo. Una lástima que la opinión pública dependa a veces de cuestiones tan personales… ¿Una lástima?... ¿No somos acaso personas?
De ahí que es más fácil opinar e intentar ser justo y neutro desde la academia o con un pasaporte no susceptible al desprecio internacional (y la barriga llena y el corazón tal vez descontento, pero paliado por la filantropía, la lucha por la libertad de otros, etcétera).
En todo caso, esta propaganda de Amnistía Internacional dejaría en evidencia su compromiso de proteger los derechos humanos y “denunciar las injusticias vengan de donde vengan”, como reza el slogan de la campaña de difusión de este vídeo por Internet.
Es curioso, en Bilbao, mi entorno progre manifestó alguna vez que esta afrenta contra Fidel se debía a que AI, al ser tan grande y estar tan extendida en el mundo, había perdido ya independencia y obedecía a intereses de los propios gobiernos, que era una estrategia para mostrar que no se casaban con nadie, pero a la vez difamaban y/o mezclaban a elementos que no tenían nada que ver en el nivel de criminalidad de sus acciones. Y Fidel, claro, es el tío más chévere del mundo, sin manchas en el CV.
No sé, no sé, no sé.
Me gustó el concepto y entendí que la censura de la televisión estatal española, para transmitirlo como “publicidad social”, de manera gratuita, quedaría resuelta en buena parte gracias a la contracampaña iniciada en Internet y la acción de muchos bloggers. Por supuesto, dejando fuera a todas las abuelitas a quienes he oído afirmar sobre esto o aquello con el indiscutible argumento de “así lo dijeron en la tele”.
Tiempo después, participé en unos seminarios, con un expositor de Amnistía Internacional. Jurista vocacional y convencido de la importancia de su lucha, agresivo y positivamente cínico, dedicó algunos días a hacernos entender por qué la pobreza es, más que un estrato socioeconómico, un atentado contra los derechos humanos.
Su postura era la siguiente: la pobreza, claramente ocasionada por la pésima distribución de bienes en el mundo, la explotación y el abuso, en beneficio de quienes tienen el poder o la riqueza, somete a miles de personas a una vida indigna, con niveles de supervivencia que debería darnos vergüenza siquiera tolerar.
Y es un atentado contra los derechos humanos, como la tortura, porque no permite a quienes la padecen desarrollar sus potencialidades, ejercer y disfrutar de su libertad.
Por supuesto, el buen hombre nos explicó esto de modo magistral y con terminología legal adecuada. Yo lo pongo en simple no pensando en mis lector@s, sino en mí misma y en mi necesidad irremediable de nivelarlo todo a mi altura, para deglutirlo sin atragantarme (es lo que tiene ser Lucía).
Imagino que la prohibición de las televisiones españolas fue definitiva porque se toca directamente a George W. Bush. He revisado (y recordado) anteriores propagandas de Amnistía Internacional y nunca antes fueron así de punzantes con Estados Unidos. Por otro lado, y pese a los entornos progres en los que suelo moverme (y a mi padre comunista, que en paz descanse), no me causa pudor alguno admitir que es de justicia encontrar por ahí a Fidel Castro, básicamente porque le queda bien eso de afirmar que “toda persona tiene derecho a dejar su país y retornar a él cuando quiera”.
No es saludable cegarnos. Un hombre sabio que pudo ser mi jefe (¡malditas fronteras!), me contó hace poco la historia de un taxista que conoció en La Habana, a quien intentó adular, como buen cooperante, admirándose de lo bien que se estaba allí y lo cultos que eran todos, en comparación con otros países de Centroamérica y Europa. El conductor, con mucha paz, le respondió: “Sí, pero ya me gustaría a mí poder ver esas realidades de las que usted me habla, con mis propios ojos”. Lección aprendida.
En todo caso, me parece bastante valiente la decisión de Amnistía Internacional no sólo de colocar a Bush (Fidel es blanco fácil, no tiene mérito meterse con él), sino también al primer sion… perdón, ministro israelí, al democratísimo presidente chino, al “Rey de Libia”, al amado líder norcoreano, al abstemio y antiperiodístico Putin, entre otros. Todos poderosos. Todos diplomática y económicamente intocables. Todos grandes líderes de un mundo que se va cada vez más al infierno, siendo justamente los más pobres y más jodidos quienes más luchan por vivir. Jodidos desde mi particularísima subjetividad, por supuesto. A saber de autopercepciones varias.
En los entornos tibios y de derecha en los que en esta ocasión me ha tocado moverme (soy voluntaria en una ONG bastante ligada al Opus Dei y trabajo en una zona pituca de Lima, que, curiosamente, concentra al mayor porcentaje de cooperantes internacionales, turistas y otras hierbas, tal vez por sus buenos/caros cafés, discotecas y cercanía con el bohemio distrito de Barranco) la percepción de Amnistía Internacional tiende a ser negativa, por una sencilla razón: la defensa de los derechos humanos de terroristas de Sendero Luminoso y el MRTA.
Es que habría que haberlo vivido para entenderlo. Muchas personas perdieron seres queridos en la guerra interna, que azotó Perú por casi veinte años (descontando los eventuales rebrotes en el Huallaga y la sierra norte). Aquellos que se vieron dañados por la guerrilla, consideran injusto el movimiento de dinero y cortes internacionales para defender a quienes pertenecieron a las líneas “asesinas”. Los que, por el contrario, padecieron a causa de políticos y militares, evidentemente apoyan las investigaciones de rigor, tanto de "presos políticos" como de comandos del ejército nacional. En este asunto de generalidades, no podemos olvidar los sentimientos de cada individuo. Una lástima que la opinión pública dependa a veces de cuestiones tan personales… ¿Una lástima?... ¿No somos acaso personas?
De ahí que es más fácil opinar e intentar ser justo y neutro desde la academia o con un pasaporte no susceptible al desprecio internacional (y la barriga llena y el corazón tal vez descontento, pero paliado por la filantropía, la lucha por la libertad de otros, etcétera).
En todo caso, esta propaganda de Amnistía Internacional dejaría en evidencia su compromiso de proteger los derechos humanos y “denunciar las injusticias vengan de donde vengan”, como reza el slogan de la campaña de difusión de este vídeo por Internet.
Es curioso, en Bilbao, mi entorno progre manifestó alguna vez que esta afrenta contra Fidel se debía a que AI, al ser tan grande y estar tan extendida en el mundo, había perdido ya independencia y obedecía a intereses de los propios gobiernos, que era una estrategia para mostrar que no se casaban con nadie, pero a la vez difamaban y/o mezclaban a elementos que no tenían nada que ver en el nivel de criminalidad de sus acciones. Y Fidel, claro, es el tío más chévere del mundo, sin manchas en el CV.
No sé, no sé, no sé.
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A mí me gustó el profe que tuvimos... Me pregunto si será de las personas capaces de increpar directamente a algunos miembros de la Ertzaintza (policía bilbaína) si los ve por ahí, una madrugada, dando de alma a un desprevenido inmigrante –seguramente ilegal- marroquí.
Creo que la defensa de los derechos humanos debe empezar por casa (y la del vecino, si fuera necesario). Tal vez así todos, incluyendo a la buena y desequilibrada Lucía, seremos día a día un poquito más coherentes, digo yo, ¿no?
Creo que la defensa de los derechos humanos debe empezar por casa (y la del vecino, si fuera necesario). Tal vez así todos, incluyendo a la buena y desequilibrada Lucía, seremos día a día un poquito más coherentes, digo yo, ¿no?
Comentarios
Si AI lo emitia con su plata, debia ser censurado? No, pues ya hablamos de libertad de expresion, lo malo es que se llego justamente a ese extremo.
Y si, la difusion por medio de los bloggers ayuda a compensar algo, excepto entre quienes estan del otro lado de la barrera generaciocultural llamada Internet.
Como bien dices habria que vivirlo para entenderlo: como el hecho de que tus recuerdos de prepubertad y hasta principios de la universidad estan marcados por la voz de Miguel Humberto Aguirre llamando a la calma durante los apagones frecuentes en tu ciudad, la cosa cambia, tambien cuando recuerdas que tuviste que decirle a tu padre que han matado a su mejor amigo en Puno justo cuando estaba haciendo trabajo con La Molina apoyando a las comunidades de Puno, mismas comunidades que SL decia defender, o cuando recuerdo como de milagro con mi mama y mi hermana escapamos corriendo de una bomba en la calle Real de Huancayo (posteriormente eso me hizo comprender que solo podia ser ensayista aficionado mas no periodista), o cuando mi papa a la ligera me conto que ellos tambien le habian dado su advertencia, otro tanto cuando los de SL venian a meterse
en las asambleas del Sutep en las que estaba mi mama, la cual sufrio mucho cuando mataron al papa de una de sus mejores amigas alcalde por Izquierda Unida, pero por sobre todo amigo de la familia.
De ahi que tampoco estoy muy de acuerdo con el calificativo de "presos politicos", pues cuando ya se ha pasado a acciones de muerte, se pierde esa connotacion.
Lo anterior no me lleva, ni mucho menos avalar la guerra sucia, como ciertos medios de prensa o los sectores de la sociedad que tu comentas.
En ese sentido bien por AI, pues nos recuerda que las violaciones a los derechos humanos vienen tanto por la derecha y la izquierda, lo cual termina molestando a todo el mundo, pero mejor que asi sea, no?
Y si bien para mi AI es una oenege más, de pituquitos (o romanticos soñadores) que encontraron una forma de vida cómoda, a expensas de ingenuos cooperantes..
Y por cierto...es fácil criticar al que usa una bota y uniforme caqui (es siempre bien visto por hippies y demás yerbas (en todo sentido)) y muy romantico defender al "luchador social" que enfrenta la injusticia
esta vez me parece que dieron en el clavo. Son tan iguales los totalitarismos de derecha como de izquierda. Es tan criminal stalin como hitler.
Y si ponemos solamente frios números, mao y stalin mataron (cada uno) mucho más gente que hitler, con el agravante que era "su gente" no un enemigo en guerra
solo que ganaron y luego de ello es cool ser de "izquierdas" ...y obviamente, poco menos que un delito ser facho
Recuerdo una delegación cubana en mi chiclayo natal. Todos amaban a fidel. Yo nunca habia visto tanto oro encima de las mujeres ni ropa tan elegante, ni mucho menos un terno hermenegildo....habian hecho una gira por europa y les tocaba america latina despues....y obvio, amaban a fidel, yo tambien lo haria en su caso
Cuando unos amigos fueron a cuba (y ojo que son castristas) y me contaban las maravillas del pais: playas paradisiacas, centros de esparcimiento nocturno y adicionalmente, me comentaban que los cubanos (salvo los del partido)no podian entrar ni varadero, ni al tropicana, senti que algo extraño debe haber en el bucolico paisaje que nos pintan rojimios, caviares y progres...
en mi amado Perú, el rey del camote puede construir donde le venga en gana o afiliarse al club que le apatezca, o ir a la playa que prefiera, si paga la membresia. Es cierto algo difícil para el regatas o el club nacional, pero en fin...no somos perfectos...
y creo que al Perú le faltan unos 100 años de desarrollo para ser un lugar agradable para la mayor parte de su población....pero lo prefiero a una cuba castrista o una venezuela bolivariana..
nos guste o no, las líneas estan trazadas......
Link al Proyecto: http://banlog.sie-group.net/