10 lecciones que aprendí de Candy Candy

La señora Minori Matsushima, actriz de voz (seiyū) original de Candy en la entrañable serie Candy Candy, ha fallecido el 8 de abril de 2022, a la edad de 81 años.

En Perú, vimos este anime entre 1985 y 1990, en español, con doblaje argentino, por lo que la voz de la protagonista en nuestros recuerdos es de Cecilia Gispert.

No obstante, aprovecho la coyuntura para agradecer la vida de todas las personas que participaron en la creación de esta historia sobre la fortaleza y la bondad de una enérgica y resiliente jovencita.
 
Habría que incluir aquí, entre otras, a la cantante Mitsuko Horie, intérprete del opening (Watashi wa Candy, Soy Candy), y, por supuesto, a su creadora, la escritora Keiko Nagita.
 
Candy White y su amigo Clint, un precioso coatí albino que no aparece en el manga, pero sí en el anime. Inicialmente, es la mascota del Hogar de Pony, orfanato donde crece Candy, pero luego decide acompañar a su amiga a todo lugar.
 
Tras la introducción, quisiera ser muy concisa y destacar 10 lecciones buenas que aprendí de Candy Candy: 

1. Tus orígenes no determinan quién eres, pero sí influyen mucho las personas que cuidan de ti y te enseñan el camino. Cuando era una bebé, Candy fue abandonada frente a un orfanato, en una noche de invierno. Junto con Annie, su mejor amiga, y otros niños y niñas, fue criada por dos mujeres extraordinarias, que siempre le dieron mucho amor. Por supuesto, allí está la explicación de su integridad.

2. La amistad es muy valiosa. Candy no tenía una familia sanguínea, pero su alegría y bondad le ayudaron a conseguir la amistad de personas leales y tan buenas como ella, que la admiraban, acompañaban y protegían si llegaba a ser necesario. La amistad sincera no sólo es hermosa, sino también vital. 

3. No necesitas tener dinero para ser generosa. En muchos episodios, Candy dio lo que le hacía falta, compartió lo poco que tenía y se ganó regaños por hacer lo que consideraba correcto: alimentar a un mendigo, brindar atención gratuita como enfermera a personas pobres, entre otras acciones. 

4. Pensar en ti misma y fortalecer tus capacidades para enfrentar la vida es fundamental. Candy, con el corazón roto y la necesidad de encontrar su propio camino, decidió ser enfermera y se esforzó a fondo para conseguirlo, aún ante la oposición de su familia adoptiva, los Andrew. Consiguió un trabajo y se hizo autosuficiente.

5. Por más que te duela, siempre podrás volver a sonreír. Aunque estamos ante un melodrama, Candy era capaz de disfrutar plenamente de los momentos preciosos de la vida, que fueron muchos, pese a toda la tragedia de una historia que transitaba entre la discriminación social, el desprecio y la Primera Guerra Mundial. 

6. Una chica puede ser fuerte, ruda y proteger a quienes ama. Candy rompió estereotipos de género que persistían en la época en que las niñas peruanas pudimos ver la serie. Trepaba árboles, sabía usar muy bien el lazo, corría y rodaba por los prados, reía a viva voz y se mostraba auténtica. Quienes la quisieron bien, la aceptaron como era, sin pretender hacerla cambiar.

7. Nunca se es demasiado bueno. Nuestra cultura se empeña en hacernos creer que hay que ser bueno sin ser tonto, pese a que la bondad no tiene nada que ver con la estupidez. La bondad es una característica esencial de algunas personas y nadie debería cuestionarla. Candy no era demasiado buena, era buena a secas. Fallaban quienes se aprovechaban de su confianza para hacerle daño, ella no.

8. Saber estar es necesario. Candy era reacia a usar vestidos elegantes, pero con el tiempo debió admitir que vestirse de acuerdo a la ocasión, aprender algunos códigos de comportamiento y desenvolverse de manera adecuada es fundamental para sobrellevar diferentes situaciones y mostrar respeto y consideración hacia los anfitriones e interlocutores.
 
9. Siempre hay que agradecer lo que las demás personas hacen por nosotros. Candy agradece a la familia Andrew el hecho de haberla adoptado y la educación recibida, pese a que justamente esto la metió en muchos problemas. Pero, a fin de cuentas, entendió que les debía respeto y gratitud.
 
10. La calma de tu conciencia y la certeza de que estás siendo justa es más importante que las murmuraciones. Cuando Candy decide mudarse a un departamento con Albert, para poder cuidar de él porque ya no lo querían mantener en el hospital, empieza a ser acusada de tener una relación "impura" (estamos en la segunda década del siglo XX). Pero no le importa. Sigue con su misión. 

Hasta aquí el conteo, por ahora.
 
¿Qué dicen? ¿Se animarían a ver la serie una vez más? 🌸
 
 Watashi wa Candy, opening del anime Candy Candy, interpretada por la cantante y seiyū Mitsuko Horie. La letra describe la esencia del personaje a la perfección.

 

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