Día del padre, el año pasado
Hoy ha sido un día en que debí llevar rosas al cementerio y llamar por teléfono al abuelo. Ni uno, ni lo otro, sólo trabajo y sueño. A veces siento cargo de conciencia por no llorar más a mi padre, otras veces lo lloro. Mi amor por él no ha cambiado, sin embargo, no estoy mal ahora, no estamos mal. Quizás con él todo sería peor… o mejor. Dios sabe por qué hace las cosas. Y papá, si puedes sentir lo que escribo ahora, comprende por qué lo hago y perdóname.
En todo caso, mis recuerdos por ese padre maravilloso y humano siguen en mí y no me hace ningún daño llevarlos conmigo a donde vaya. Más bien me dan fuerza, me dan valor, me animan a correr riesgos, para que él se sienta orgulloso… para mantener en alto su nombre, siempre. Está bien amarlo y recordarlo, así es como debe ser… así es como el verdadero amor nunca muere.
Ahora, mi papá es aún más fuerte. Y a mí, más me vale sacarle el jugo a mi año en la U de Navarra, ya que, encima de todo, por estar en España es que no pude venir al entierro. Cosas que pasan a veces (qué ridículos resultan todos mis motivos actuales de mala vibra cada vez que recuerdo este pasaje de mi vida... ¡Pero qué rápido se me olvida lo fuerte que puedo llegar a ser!). En fin, eso, a ver si por una temporada me privo de más involuciones (por favor, Dios).
En todo caso, mis recuerdos por ese padre maravilloso y humano siguen en mí y no me hace ningún daño llevarlos conmigo a donde vaya. Más bien me dan fuerza, me dan valor, me animan a correr riesgos, para que él se sienta orgulloso… para mantener en alto su nombre, siempre. Está bien amarlo y recordarlo, así es como debe ser… así es como el verdadero amor nunca muere.
Ahora, mi papá es aún más fuerte. Y a mí, más me vale sacarle el jugo a mi año en la U de Navarra, ya que, encima de todo, por estar en España es que no pude venir al entierro. Cosas que pasan a veces (qué ridículos resultan todos mis motivos actuales de mala vibra cada vez que recuerdo este pasaje de mi vida... ¡Pero qué rápido se me olvida lo fuerte que puedo llegar a ser!). En fin, eso, a ver si por una temporada me privo de más involuciones (por favor, Dios).
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A ti, señor Valverde, mientras escucho una de tus canciones favoritas (Africa, de Toto). Por ti ya no puedo llorar triste :)
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A ti, señor Valverde, mientras escucho una de tus canciones favoritas (Africa, de Toto). Por ti ya no puedo llorar triste :)
Comentarios
bueno el post
el tiempo pasa y con el se apaciguan los sentimientos, algunos recuerdos que antes nos hacían llorar, ahora solo son suspiros blandos en el corazón...
no te culpes alma bella!
has llorado lo suficiente...
Soy un poco de todo, Mat, y más que nada eso q piensas, "vampiresa"... pero con matices, como todas las mujeres del mundo (montón de madres, amantes, niñas, princesas y brujas)...
Hoy tengo migraña y no debí comer esa hamburguesa anoche (pero nadie me quita lo bailado).
Un abrazo