Instinto

No deseo reabrir heridas que hace mucho, sin darme cuenta y sin mayor técnica, cautericé. Sin embargo, te agradezco la oportunidad de decírtelo, eso te hace grande, Corazón. Eso y todos los pequeños detalles importantes que tienes para mí.
Te quiero. Te conocí cuando ambos éramos conejos, bellos y alegres, jugando en el campo y comiendo flores. Me sentí feliz de comprenderte, mi niño.
Hoy no sé bien lo que eres, aunque te quiero más que nunca. Yo sé lo que soy (no te lo diré) y, mucho más importante aún, sé qué estoy buscando: ¿Un hombre? No, sería mucho pedir a la naturaleza. Un caballo. Eso es, quiero un caballo (y también un gato).
No puedo. Es que... hueles diferente, amor. ¿Cambiaste de olor o cambié yo?
Comentarios
querida
Anoche encontré un cargador de mi especie, quien tampoco puede amar. Le comprendí, pero es verdad, me aterró.
Tal vez no me aterre quien sonría sin fingir fuerza.
Ojalá...