Agenda de hoy

Sorpresivamente me he dado cuenta de mis prioridades y he recobrado algo de la fuerza y el tiempo perdido en estos últimos días de censurable autocompasión.
No es que me sienta bien, de buenas a primeras, pero esa ansiedad que tenía clavada en la garganta de pronto me está dejando pasar saliva con bastante naturalidad. Debe ser que he cogido el mando de mi horario de trabajo nuevamente, y de mi condición de "jefa de área".
Lo cierto es que soy menos informal de lo que yo misma creo, y esto de tener que dar la cara siempre, la verdad foguea, aunque he notado que últimamente me he vuelto más tartamuda que de costumbre, y estoy hablando con un acento horrible entre piurano refinado, serrano emotivo, español petulante y medialengua monosilábica, como si fuera yo la única que ha de entenderme al abrir la bocota.
Tal vez fue el cafecito con Maritza (¡esa chica me está conociendo demasiado bien!), el súper abrazo de oso de Angelito o la plena confianza de mi jefe... quizás fueron las tres cosas juntas. Bueno, sólo espero que no me haya subido el ánimo el duro deber de enviarle un memo a uno de mis trabajadores... puf, las cosas que hay que hacer a veces (¡más tirana!).
Y bueno, me voy a Chalaco el viernes, y subo a Paloblanco el fin de semana, un caserío precioso, con la historia de todo un capítulo de mi vida. Me va a encantar reencontrarme con la gente buena, con los niños que ya han de estar enormes, con Dedo, el perro del Teniente Gobernador, y todos, todos, todos esos hermosos seres humanos que me quisieron casi sin conocerme y me recuerdan con todo su cariño. Y yo, la más ingrata, volveré luego de un año.
He convencido a un buen amigo de acompañarme, el pobre está un poco asustado, pues no he tenido reparos en describirle la parte cruda de tal caminata. Pero estoy segura de que le irá bien, además, más le vale, porque no pienso cargar con su humanidad de ciento ochenta y cinco centímetros.
Con un poco de suerte, lo convenzo para llegar hasta las Huarinjas, jejejejejejeje...
A ver qué pasa, y que mi ángel de la guarda, armado hasta los dientes y siempre en sobresaltos, el pobrecito, me cuide de una caida fenomenal por algún camino enlodado... y si me caigo, que no me rompa nada y que David consiga tomarme una buena foto.
Lo que me asusta un poco es que he estado fumando compulsivamente toda esta semana, no sé cómo me responderán los pulmones, sobre todo porque lo había dejado por varios meses. Pobre tonta débil. Shit happens, no way. Y David lleva hojas de coca.
A ver si me animo a ir a casa temprano y comer algo, o terminar de leer este libro, o dormir, que falta me hace. Gracias a Dios seguimos por aquí. Mi gastritis...

Comentarios

Espero que te vaya bien en esa caminata, si algun dia - mejor dicho semana - puedes haz la caminata del camino inca, yo la hice y mi vida cambio forever - se respira un aire tan ancestral y calido que es dificil de describir - bueno forever creo que es unos 15 dias ;-).

Yo tambien se lo que se siente ser tirano con los de la office, hoy voy a tener que desfogarme con alguien por aqui y se que mas tarde alguien se desfogara conmigo - parece sacado del Paco Yunque de Vallejo.

Better Wishes

JN

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