Despechadas
Emily trasnciende. El Cadáver de la Novia. Tim Burton, 2005. |
Toda mujer que se precie de ser mujer y tener un cierto nivel de conocimientos empíricos de la vida y el amor, debe poseer en su haber (y su memoria) al menos una lista de "canciones de supervivencia”, es decir, de éstas que reafirman cuánto valemos como seres humanos, pese a que nos han abandonado, luego de hacernos picadillo, y cosas por el estilo.
La canción de despecho y supervivencia por excelencia, mundialmente conocida, es el clásico disco I will survive, de la gran Gloria Gaynor. En ella reza con toda dignidad: “Estuve realmente asustada, petrificada, pensando que no podría vivir sin ti a mi lado. Y desperdicié muchas noches teniendo lástima por mí misma, y lloré mucho, pero he vuelto a la vida… Tengo todo mi amor para dar, tengo toda mi vida por vivir, sobreviviré, sobreviviré, claro que sí”.
I will survive sería realmente una canción que merecería todo mi respeto, si no dijera en algún momento: “ahora vuelves y quieres entrar de nuevo en mi vida, pero vete, porque no eres bienvenido. Ahora hay alguien que me ama”. Es aquí donde, para mí, pierde todo el sentido de reivindicación, pues deja abierta la posibilidad (estúpida, por cierto), de que quien hizo el daño vuelva arrepentido a pedir disculpas. Supongo que eso pasará en algunos casos, pero la actitud más saludable que yo conozco es no esperar nada (y escribir esta clase de textos, que a fin de cuentas, me dan risa).
A un muerto se le entierra bien, para que no huela mal. No sabemos qué pasará mañana. Entonces, ¿por qué preocuparnos?
Otra idea que repruebo de la canción de la Gaynor es justamente que ella esté tan feliz ahora que alguien más la ama, como si no fuera posible encontrar consuelo en la tranquilidad y la soledad. ¡No es recomendable salir del sartén para caer en el fuego, muchachas! Mucho menos si uno no se ha curado las heridas anteriores, pues el daño es más profundo… ¡Pasen tiempo consigo mismas!
A diferencia de algunas personas masoquistas que conozco, soy enemiga de escuchar canciones que me repitan hasta el hartazgo lo bonito que fue, lo mucho que lo quiero, lo mucho que lo extraño, lo mal que me siento, la esperanza de estar juntos otra vez, lo mal que se la debe estar pasando con ella, lejos de mí, y un montón de cosas más. No, gracias, ya bastante me cuesta controlar el instinto asesino-suicida sin estimulantes externas.
Yo prefiero las de “reafirmación”. Y es que además, si le pasó a Shakira, Brithney Spears, las Destiny’s Child, Christina Aguilera, Pink, Gwen Stephany y otras bellezas pop del medio, ¿por qué esta hija de vecinos clase media va a tener que ser la privilegiada? No pues, son cosas que a todos los seres humanos nos pasan desde que somos libres de escoger. No somos infalibles, nos equivocamos (tanto eligiendo, como llevando las relaciones, claro está).
A veces, caemos en el error aún estando advertidos. El amor, indudablemente, es ciego y no entiende razones. Luego tienes a todos los adultos viejos que te conocen y te quieren diciendo cosas tipo: “yo me di cuenta desde el principio, pero no te dije nada porque no quería meterme, y porque, de hecho, no me ibas a hacer caso”. Y sí, pues, porbablemente no iba a hacer caso. No siempre, y menos cuando tenemos poca experiencia, el instinto de supervivencia vence a la estupidez.
Una vez le conté a uno de mis enamorados lo de mi lista de canciones para el despecho y me dijo: “bótalas, que no las vas a necesitar”… Sobra decir que sí las necesité. Según recuerdo, más que I will survive, en ese entonces escuché con potencia y furia Survivor, de Destiny’s Child. Es más sentida, sí que lo es, y en el vídeo salen las tres mujeres, fuertes y hermosas, perdidas en una isla desierta. Comienza diciendo: “Ahora que estás fuera de mi vida, estoy mucho mejor…” y el coro entra algo así: “Soy una sobreviviente, no me voy a derrumbar, no me voy a detener, voy a trabajar duro. Soy una sobreviviente, lo conseguiré, sobreviviré y me mantendré con vida”.
Pareciera que se le da mucha importancia a lo que una ruptura puede significar para una mujer enamorada. Es verdad que, durante una relación, el tiempo de uno se convierte en el tiempo de dos, se abren los corazones para acogerse uno al otro y se comparte mucho, a veces demasiado. Sin embargo, una vez superada la etapa en que el piso bajo tus pies desaparece y tienes la impresión de que tu pecho nunca dejará de sangrar, una vez que recuperas control sobre el dolor y sobre las cosas que ordinariamente haces, ya es más suave todo.
Por supuesto, los seres humanos somos muy propensos a formar hábitos y, de este modo, nos habituamos a alguien.
Otra de las etapas más duras luego de una ruptura es, justamente, deshabituarse, desacostumbrarse a la compañía, a las caricias, incluso a las peleas.
Las parejas rompen por muchos motivos, a veces estos son totalmente justificados, otros no tanto. Lo indiscutible aquí, y esto se aprende con el tiempo, es que no se puede forzar algo que, simplemente, no es.
Y bueno, luego de quedarse ahí, “plantada con tu historia acabada y frente a ti una enorme cuesta arriba”, analizas lo bueno y lo malo.
A estas alturas de mi vida, mis descarríos y mis vueltas al rebaño, sé que todos los aprendizajes son importantes, ya sea por efecto o por defecto. Siempre sirven de algo en el currículo de la existencia personal. Ya lo dijo Christina Aguilera en Fighter: “Nunca pensé que podías llegar a ser tan cruel, pero tú no me detienes. Gracias por hacerme más fuerte, gracias por hacerme más lista, gracias por hacerme más sabia, gracias por hacerme una luchadora”…
Insisto, qué manera de hablar por la herida todas las autoras (o autores, nunca se sabe) de estas canciones. Mejor me quedo con Stronger, de la dulce Brithney Spears, cuando dice: “Soy más fuerte que ayer, ahora no hay nada excepto mi camino, mi soledad no me matará más”. O Ex girlfriend, de los No Doubt, sobre todo la partecita aquella de: “Ahora soy otra ex novia en tu lista, pero debí pensar en eso antes de besarnos…” Es decir, a lo hecho, pecho, y qué más da si no te valoraron como esperabas, ya se acabó…
Lo bueno de terminar es que tienes la oportunidad de volver a empezar.
Eso sí, yo no paso la página, porque eso significaría que puedo releer lo escrito. Yo quemo lo escrito… Radicalidades adquiridas luego de comprobar que el diablo existe, hace algunos años.
Nada más, era algo que quería compartir con ustedes. Lo prefiero, a dejarlo dándome vueltas en la cabeza, que ya bastante trabajo tengo manteniendo bajo custodia a las mariposas, hasta que sus alitas se curen y puedan volar libres y sin miedo, otra vez.
Una última cosa: amigas queridas, escuchen a Madonna en su canción Learn to say goodbye: “Tu corazón está cerrado, entonces debo irme…” ¡Esa mujer es sabia! Si no, miren lo regia que está a su edad, vaya.
¡Aprendan a decir “adiós”! ¡Abrazos y besos!
P.D.1: No encuentro mi pasaporte, creo que tendré que sacar otro :(
P.D.2: Ojo, tampoco deben ver películas de amor, son DEVASTADORAS. Lo comprobé anoche, luego de "Memorias de una Geisha"... Buena peli, fea sensación. Ni modo, es temporal.
Comentarios
Finalmente nadie se llega a parecer mucho a nadie, y las situaciones, por más iguales que lleguen a ser, afectan de modo diferente a cada corazón.
Que la madurez llegue a mí y borre cualquier residuo de romance, esperanza y ensoñación. Ya estoy un poco cansada de mí, en este aspecto...
No se si conozcas esta musica, pero mi lista incluye ese hombre, de India, Mi buen corazón de Amanda Miguel, Verás (you see) de Madonna, Maldita primavera, de Yuri, y te vas de Ana Cirré.
Hasta pronto
Miyer, muchas gracias por tu comentario y... La canción "ese hombre" me ha sonado últimamente :D Pero creo que estaría siendo demasiado cruel con el baboso que ahora me hace llorar. Esa canción no le va, él es mucho mejor...
Al pan, pan.
You'll see es preciosa. Ojalá la maestra Madonna tenga razón ;)
¡Un abrazo!
El 7 de Agosto de 2005, a cosa de las 5 de la madrugada, acababa mi jornada laboral (sí, un pringadete). La clave va de las 5 de la madrugada del día 7 hasta las 10 de la mañana del día 8. Se pasa un poco de 24 horas, pero viene a ser un día (ONE).
Uno de los compañeros del trabajo, Dani, había adquirido entradas para el concierto de U2 y había invitado a una de las chicas, Ángela (lo siento, no todas las Ángelas son iguales). Ésta pava le dijo que no (con la entrada en la mano), que no le gustaba U2, le gustaba Maroon 5 (¿quiénes son esos?). Total, que Dani, llegadas las 5 de la madrugada, me invitó a mí al concierto. No a un concierto cualquiera, no... al único (ONE).
A las 10 de la mañana del día siguiente, sin comerlo ni beberlo, el que es ahora mi jefe me llamó a casa para ofrecerme un trabajo (ONE), mucho mejor que el coñazo que tenía.
Por si fuera poco un mes (ONE) y un día (ONE) más tarde, nació mi sobrina Carolina.
Desde entonces, ONE es mi canción. Y cuando tengo algún problema (válgame Dios qué nimiedades), la escucho y recuerdo que todo me va bien, aunque haya perdido un boli.
Sólo me hubiese faltado encontrar una buena novia (ONE), pero no se puede tener todo. Además, con amigas como Ángela (la mala, que rechaza entradas a conciertos de U2), o Ángela (la buena), para qué se necesita nada más?
realmente no tengo una lista de canciones para este tipo de temas, pero creanme que si lo he pensado, pero saben? no es tan mala esa situacion... veran cuando llegas al fondo del despecho y te decides a salir de ese estado de condolencias en el que estas, recuerdas quien eres y que es lo que quieres en tu vida. no podemos negar que el amor es lindo, pero cuando te pagan mal, lo unico que se puede hacer es levantarse, no queda otra...
cuando estaba despechada me imaginaba que el amor era igual que un casino... hay algunos con mucha suerte (pocos, pero los hay) que se ganan el premio mayor, y del otro lado estamos la mayoria,apostando en la misma mesa con la esperanza de ganar y gastando todo lo que podemos, y es tan grande nuestro anhelo que nos conformamos con lo poco que podemos ganar... despues de darle tantas vueltas a mi cabeza llegue a una pregunta muy obvia: si es una regla de oro en todo casino que,"la casa siempre gana"..
entonces por que seguimos apostando?
por mi parte, yo se quien soy y que quiero en mi vida... y como cualquier otra persona, quiero tener a alguien en quien apoyarme y al que pueda darle lo mejor de mi, no para que me lo pague con creces, sino para sentirme feliz por haberlo hecho.. el amor no se trata solo de cosas de color de rosa o es que nadie ha leido lestat el vampiro de AnneRice.. se los recomiendo.. cuando tengan el amor en sus manos gozenlo hasta el maximo, y si no funciona, recuerden que siempre habran otras personas. pero por sobre todas las cosas, recuerden que antes que cualquier otra persona, nos tenemos a nosotros mismos... gracias
Acertado aquello de que el despecho es útil para redescubrir quiénes somos, de qué estamos hechos o hechas, cuando el dolor pasa. Es la pura verdad. El fracaso, a veces, es necesario, nos libra de lo que ordinariamente aceptamos como bueno, nos remueve el alma hasta las lágrimas, pero libera, cuánto libera!!!
Un abrazo muy fuerte!
Yo estuve con mi novio 9 años y medio, desde mis duces quince, y hoy estoy pasando mis penas luego de una desagradable discucion telefonica con mi "ex" suena raro para mi eso de "ex" cuando es alguien con el que compartiste casi la mitad de tu vida... pero bueno, busque en el google "despechadas" y di con tu articulo, que me ayudo bastante a despejarme,y a entender que es parte de la vida, y que la lucha continua y contiinua para todas.
Te agradezco el articulo!