Ya que hablamos de "derechos"...
He recibido información a través de Youtube y diversos medios digitales, acerca de las diferentes reacciones de mi pueblo frente al Decreto Ley por la despenalización del aborto. Ahora mismo sólo puedo pensar “fuera de contexto”…
Niños-soldado, en la RD El Congo, realidad no tan lejana de lo que ocurre actualmente en Colombia, o sucedía en Perú (ahora que lo pienso, siguen alquilándose niños para la producción de PBC en la triple frontera Cusco-Puno-Madre de Dios).
Los Derechos Humanos de estos niños tampoco fueron respetados, ¿esto ha motivado protestas tan descarnadas, a todo nivel? ¿Quién llama “pecadores” y “asesinos” a quienes dejan morir de hambre y frío a seres indefensos? ¿Quién condena a los señores de la guerra y se esfuerza por destruir las mafias de cuello blanco que hay tras el negocio armamentista mundial? ¿Acaso Dios también castigará a los culpables de todo esto?
Ojo: no considero en absoluto que el aborto solucione estos problemas sociales, sólo me dedico a descubrir muestras públicas de doble moral, aderezadas por la conveniencia de lo inmediato. No hay duda, los humanos somos de lo mejorcito que hay…
Comentarios
Es un tema tan difícil. No se que es peor.
Si los asesinas antes del parto (que yo creo que la vida se inicia en la concepción) es malo....
si los dejas nacer para que tengan una vida miserables....
malo tambien...
La sociedad humana es, casi con certeza, la peor de todo el reino animal.
Algunos con más de lo que pueden consumir y necesitan en toda su vida, otros sin lo más elemental o básico.
No estás de acuerdo con el tema hasta que te toca, entonces mandas al tacho todas tus razones ideológicas, y bajas tu pancarta, esa que dice "si a la vida".
¿Que si estoy de acuerdo con el aborto? Decir ahora que sí, era como decir que eras ateo hace quinientos años. Todos dirán "ohhh" y uno será el centro de la polémica.
Dejemos estos temas en manos de los expertos, los que salen a marchar en contra del aborto, más allá de sus argumentos "vitales", no tienen ni la menor idea de cómo se gestan las cosas aquí adentro. Tengo un hermano médico, y les puedo asegurar que si no son todos, la gran mayoría de médicos están de acuerdo con el tema -no tienen problemas ni con el parto de cinco meses-, ellos no estudiaron 8 o 9 años en vano. No discutamos sobre la forma de un edificio sin tener nociones de arquitectura.
Esperemos que el tema llegue a buen puerto, por el bien de los que vendrán.
Estoy de acuerdo contigo, es necesario desacralizar el debate. Las condenas religiosas sólo sirven para crear tabúes y creo que ésta es una magnífica oportunidad para que en nuestro país se hable abiertamente acerca del aborto y otros asuntos que tienen que ver con la sexualidad y la planificación familiar.
En lo personal, creo que puedo decirte que no me sometería a un aborto, aunque nunca he tenido que pasar por la experiencia de optar. Mi postura no es tan “clara” como la de las feministas y tanto como me golpean las arengas pro-vida, me chirrían aquellas que piden “aborto sí, aborto libre”, sin otorgar mayores contenidos que la libertad de la mujer per se.
Deberíamos mirar más de cerca las diferentes realidades peruanas, a todo nivel social. Las relaciones desiguales, el poder de los hombres para condicionar el comportamiento de las mujeres, etcétera. Siempre hemos tenido abortos. La legalización de dicho procedimiento quirúrgico sólo posibilitará que estos aparezcan en las estadísticas, de manera transparente.
En verdad me gustaría que el debate público tuviera consecuencias positivas para todas las personas: que el número de mujeres que se ven obligadas a abortar disminuya, por ejemplo, pues han tenido acceso a información sexual de manera oportuna, entre otras cosas, claro. España no nos sirve de ejemplo para esto, es demasiado hedonista, el gobierno casi te obliga a abortar un feto con síndrome de down, para ahorrarse los costes de seguridad social y tampoco se trata de eso, ¿no?
Otra consecuencia positiva sería la desaparición de mafias de médicos que se dedican a hacer abortos clandestinos y se enriquecen con ello. El dinero les da impunidad y los métodos que utilizan, sin regulación sanitaria alguna, ponen en mayor riesgo la vida de sus pacientes. Yo he vivido en una ciudad del norte que aún a día de hoy es la panacea de los abortos y sé lo que es tener un vecino enriquecido, inescrupuloso e intocable, a costa de una actividad ilícita.
Mi querido Nicky, las cosas por su nombre. Como bien lo dices, matar es matar. Pero si te lo piensas bien, hay muchos estadios sociológicos en donde “matar” no parece tan malo. A mí lo que me enferma es la doble moral y los golpes en el pecho, puf…
Ay, tema complicado.
Un abrazo y muchas gracias por sus comentarios!
Sin embargo, lo que hoy pienso es que el tema central es ¿desde qué momento se considera como VIVA a una persona?
Particularmente considero que se considera viva desde el momento de la concepción biológica. Por lo tanto, considero el aborto como la interrupción de un proceso natural de gestación de vida. En este sentido, no estoy de acuerdo con el aborto.
Respeto las opiniones, pero también creo válido dejar la mía en este post.
Un abrazo desde tu tierra, el Perú!
J
Entiendo tu postura y no es contradictoria con lo que dicen los médicos y las personas que nos situamos a favor del aborto, desde cualquier matiz. No se trata de negar que el embrión tiene vida, de hecho, lo que se ha venido discutiendo es si se trata de una vida que podemos considerar "humana" o no.
En mi caso, sé y afirmo que se trata de una persona en estado inicial, pero esa certeza, mi querido comentarista, no ha frenado ni frenará el acto de abortar. El aborto ha sido siempre una realidad constante, una acción humana, legitimada según credos y culturas.
En todo caso, creo que mi postura arrastra una gran carga de escepticismo, de fe en la humanidad o qué sé yo. Que no me creo eso de que somos la especie elegida, etcétera, por eso me resulta relativamente sencillo optar por una solución pragmática y me hace cierta gracia (y a veces, me enerva) la indignación dramática y la facilidad con que las personas “buenas” juzgan a las demás.
Eso.
Gracias por el caluroso abraso. Otra para ti y mucha fuerza.