Ya no se busca
Voy para Perú en tres meses. Voy y vuelvo. Vuelvo para estar en ningún lugar, que es donde quiero estar. Quiero estar en ningún lugar, pues ese lugar sin lugar no demanda pertenencia, ni apego, ni afectos físico-emocionales, ninguna atadura, ni siquiera aquella dizque auto impuesta, llamada comúnmente “amor”.
(Es hora de empezar a soñar mis propios sueños)
Mi madre dice: “cuando te enamores, verás”. Cuando me enamore, en resumen, querré pasar el resto de mi vida junto a alguien, alguno o alguna, por quien dejaré de ser yo y empezaré a compartirme. Le daré mi mitad y me quedaré tan tranquila, así de simple, como la vida misma.
(Quiero escribir)
La vida misma es tan diferente para cada cual. Ni siquiera los seres llamados por nosotros, antropocéntricos humanos, “no pensantes”, viven vidas iguales. Y yo, lo sé ahora, amo sin amar a quien sin amar, me ama. Desde el fondo de mi ombligo y de mi incomprendido egoísmo, lo sé: le amo, y con mayor amor aún, porque no me obliga, no juega con las palabras, no tiene motivos para mentir.
(Me gustas)
Es cuando cada caricia vale como ha de valer el último segundo de vida. No necesito creer que le perderé, porque no le poseo. Ni le recobraré, porque no fue de mí.
Y es recíproco.
(No soy un muñeco. Mi lugar ES sobre mis propios pies)
…
Dice Susana que a los 30 empezaré a buscar un compañero eterno. No sé qué pasará a los 30. Ahora, a los 28, he comprendido que el camino es largo aún y cada tramo traerá su historia. Además, me hace feliz saber (haber descubierto) que no existe la eternidad.
(Es hora de empezar a soñar mis propios sueños)
Mi madre dice: “cuando te enamores, verás”. Cuando me enamore, en resumen, querré pasar el resto de mi vida junto a alguien, alguno o alguna, por quien dejaré de ser yo y empezaré a compartirme. Le daré mi mitad y me quedaré tan tranquila, así de simple, como la vida misma.
(Quiero escribir)
La vida misma es tan diferente para cada cual. Ni siquiera los seres llamados por nosotros, antropocéntricos humanos, “no pensantes”, viven vidas iguales. Y yo, lo sé ahora, amo sin amar a quien sin amar, me ama. Desde el fondo de mi ombligo y de mi incomprendido egoísmo, lo sé: le amo, y con mayor amor aún, porque no me obliga, no juega con las palabras, no tiene motivos para mentir.
(Me gustas)
Es cuando cada caricia vale como ha de valer el último segundo de vida. No necesito creer que le perderé, porque no le poseo. Ni le recobraré, porque no fue de mí.
Y es recíproco.
(No soy un muñeco. Mi lugar ES sobre mis propios pies)
…
Dice Susana que a los 30 empezaré a buscar un compañero eterno. No sé qué pasará a los 30. Ahora, a los 28, he comprendido que el camino es largo aún y cada tramo traerá su historia. Además, me hace feliz saber (haber descubierto) que no existe la eternidad.
Comentarios
Me encanta como escribes. He descubierto tu blog por casualidad mientras buscaba cosas sobre el autismo y he leido unas palabras tuyas acerca de ello.
Podría ponerme en contacto contigo de alguna forma? un email?
Gracias.
Tu ven y ándate a voluntad, en eso consiste la libertad.
Nos leemos.
pero el camino no lo encontraras: "el camino se hace al andar"