Bigmouth strikes again
Día extraño. De esos típicos domingos que empiezan mal, muy mal, sobre todo después del dolor de cabeza que algún espíritu de sábado en la madrugada provocó, sin querer hacer daño, claro (como siempre, pues).
Noticias de muerte y peligrosidad, dicen las crónicas y los amigos lejanos, que necesitan un abrazo fortísimo, pero siempre hay quién se los dé, porque son buena gente.
Lecturas adelantadas, posibilidades de trabajo, todo el día en pijama. Tania, la pobre, también melancólica, la sensación sobre toda la casa, tal vez hace falta la ruidosa y alegre María, o es que hemos sincronizado los días de mala leche, a saber.
Creo que nunca me acostumbraré al dolor (bendito sea dios). Si tan sólo no hubiera habido escándalo. Los sueños rotos, una ya se los sabe asumir. Y bien pensado, ¿de qué sueños estoy hablando?
Va a ser que ni siquiera sin esperar se hace esperar una decepción.
Si tan sólo alguno de los dos se mordía la lengua. Ay de estos seres humanos emotivos, que tan rápido como dicen ser felices, se cagan de miedo. ¡Ay, el escándalo!
Como decía, en pijama el día entero. Luego, planes de esos que, sin ser planes, salen genial. Ir a ver el fútbol y tomar unas cervezas con uno de los vecinos vino bien. También airearme. Ya lo de Tania, un brochecito dorado, el adecuado traga-recuerdos emocional, así, sin pensarlo mucho.
Fuimos, por fin, a ver Las 13 Rosas. Y volvimos andando por la playa, de noche, sin sentir frío. Estuvo bien la película, lloramos como magdalenas cansadas de llorar, es decir, no tanto, pero igual sí.
Banda sonora melosa. Buen inicio. Estoy jodidamente acostumbrada a la violencia real y mediática, descubrí. Algo se ha podrido aquí dentro.
Mientras lo injusto siga pareciéndomelo…
Otra vez lunes.
Noticias de muerte y peligrosidad, dicen las crónicas y los amigos lejanos, que necesitan un abrazo fortísimo, pero siempre hay quién se los dé, porque son buena gente.
Lecturas adelantadas, posibilidades de trabajo, todo el día en pijama. Tania, la pobre, también melancólica, la sensación sobre toda la casa, tal vez hace falta la ruidosa y alegre María, o es que hemos sincronizado los días de mala leche, a saber.
Creo que nunca me acostumbraré al dolor (bendito sea dios). Si tan sólo no hubiera habido escándalo. Los sueños rotos, una ya se los sabe asumir. Y bien pensado, ¿de qué sueños estoy hablando?
Va a ser que ni siquiera sin esperar se hace esperar una decepción.
Si tan sólo alguno de los dos se mordía la lengua. Ay de estos seres humanos emotivos, que tan rápido como dicen ser felices, se cagan de miedo. ¡Ay, el escándalo!
Como decía, en pijama el día entero. Luego, planes de esos que, sin ser planes, salen genial. Ir a ver el fútbol y tomar unas cervezas con uno de los vecinos vino bien. También airearme. Ya lo de Tania, un brochecito dorado, el adecuado traga-recuerdos emocional, así, sin pensarlo mucho.
Fuimos, por fin, a ver Las 13 Rosas. Y volvimos andando por la playa, de noche, sin sentir frío. Estuvo bien la película, lloramos como magdalenas cansadas de llorar, es decir, no tanto, pero igual sí.
Banda sonora melosa. Buen inicio. Estoy jodidamente acostumbrada a la violencia real y mediática, descubrí. Algo se ha podrido aquí dentro.
Mientras lo injusto siga pareciéndomelo…
Otra vez lunes.
Comentarios
Nos leeemos.
Pasaba para decir hola. Hola!
Oe, falleció la señora Marielena.
Big mouth es lo máximo! aunque ese vídeo caleidoscópico resulta un poco innecesario.
Confío también en que siempre podrás reconocer lo injusto aquí y en la china, y aunque se vista de seda.
Un abrazote.
Marielena? Me hablas del grupo del Santa Ursula? Pensé que Rosina. No he llamado a mi madre, para preguntar.
Sullana se pone especialmente triste en esta época del año, ¿verdad? Y con razón.
Los quiero. A seguir navegando, pues.