¡Y aún teniendo estos paisajes...!
Hoy ha sido un día de esos largos, bien largos, cuando sucede que todo el tiempo corres el riesgo de cometer errores, lo sabes, pero aún sin querer, los cometes.
Quizás hablar de más frente a personas extrañas, qué carajos, pero lo suficientemente insignificantes (ex profes) para decir todo lo dicho, en sus narices.
No puedo obligar a los demás a quererse entre sí, eso nace o no, tragando prejuicios. Menos a quienes trabajan conmigo. Estoy un poco podrida de esas actitudes de jefe en estreno, queriendo que todos sepan de su poderío sobre un grupo poco trascendente de subordinados; del hippie iconoclasta, bueno con todo el mundo, pero intolerante ante quien no considera tolerante; del par de niñas que quieren arreglar los líos (amorosos) de todo el mundo alrededor, a veces jodiéndolos más (sin mala intención, por supuesto); del artista introvertido que huele a "yo necesito"... y cosas que me revuelven el estómago nada más porque soy una 'inche vieja amargada de 24 (casi 25) años.
Si me pongo a enumerar las veces que toda esta gente de la que despotrico ha dado la cara por mí... Me siento mierda, vaya.
Vieja amargada, con urgencia de entender o, al menos, comprender que cada gente tiene un universo en la cabeza, un "ying yang", un ángel y una migraña, empezando por mí.
Ahora soy jefa de "Toñito", y tras su sonrisa que, por los mil demonios, parece franca y tiene que ser franca, porque no puede ser tan buen actor, tras su sonrisa en la que me encantaría creer, porque a lo mejor es de verdad a ratos, tras ella ha de odiarme, o al menos detestarme, o al menos querer demostrar que sabe más que yo y poder contarlo a la gente, porque es así y el que se resiente, se jode. Como me descuide, me da veinte vueltas, que no por las puras va a cumplir 40 años un día de estos.
Ay, "Toñito", tú y tu bocota, y yo, sin saber cómo tratarte. Nunca dejas de sorprenderme, tarado buena gente, cínico, entusiasta de ideas geniales, hipócrita. Das ganas de tenerte cariño, pedazo de imbécil, ¡pero qué ganas de tenerte cariño das, cabrón!
Y como no sé cómo juzgarte, doble cara de mierda, ni siquiera te miro a los ojos, para no darte uno de esos malestares espirituales que suelo causar cuando quiero mirar feo, bruja loca. Por eso prefiero mantenerme al margen de ti y no compartir tu entusiasmo, que hasta de eso me has privado, carajo. Y mira, por no poder ser objetiva contigo, me estoy yendo al otro lado, a ratos casi caigo en las fauces de la "Cobra".
Cobra Real, mi buen amigo Cobra, otro de estos, ¿quién te entiende? ¿Cómo debo tratarte? Ya sé que te simpatizo y te he movido fibras paternales, Cobra, porque además me recuerdas a mi viejo. Tú y Gran Jefe, los dos me lo recuerdan, y me jode, porque sí, porque mi papá era otra nota, Cobra.
Mira cómo me confundes, Cobra Real, tan inteligente, tan simpático, tan interesante y tan hijoputa. Otro "ying yang" buena gente, como todos los paridos por Eva. Mira que sé que no debo confiar en ti, pero me muero de ganas, porque sí y para no complicarme la vida, porque la idea de que me estás utilizando para algo que aún la videncia no me ayuda a descubrir, duele. Me gustaría estar convencida de tu veneno, Cobra, como hasta hace poco. Qué bien le trabajas el cerebro a la gente, perro, pero qué buena gente eres y qué ganas, qué ganas de confiar en ti. No es momento de sacudir prejuicios, Cobra, todavía no, hay algo que... no. Jodido tenerte cariño, Cobra, bien jodido.
Quizás hablar de más frente a personas extrañas, qué carajos, pero lo suficientemente insignificantes (ex profes) para decir todo lo dicho, en sus narices.
No puedo obligar a los demás a quererse entre sí, eso nace o no, tragando prejuicios. Menos a quienes trabajan conmigo. Estoy un poco podrida de esas actitudes de jefe en estreno, queriendo que todos sepan de su poderío sobre un grupo poco trascendente de subordinados; del hippie iconoclasta, bueno con todo el mundo, pero intolerante ante quien no considera tolerante; del par de niñas que quieren arreglar los líos (amorosos) de todo el mundo alrededor, a veces jodiéndolos más (sin mala intención, por supuesto); del artista introvertido que huele a "yo necesito"... y cosas que me revuelven el estómago nada más porque soy una 'inche vieja amargada de 24 (casi 25) años.
Si me pongo a enumerar las veces que toda esta gente de la que despotrico ha dado la cara por mí... Me siento mierda, vaya.
Vieja amargada, con urgencia de entender o, al menos, comprender que cada gente tiene un universo en la cabeza, un "ying yang", un ángel y una migraña, empezando por mí.
Ahora soy jefa de "Toñito", y tras su sonrisa que, por los mil demonios, parece franca y tiene que ser franca, porque no puede ser tan buen actor, tras su sonrisa en la que me encantaría creer, porque a lo mejor es de verdad a ratos, tras ella ha de odiarme, o al menos detestarme, o al menos querer demostrar que sabe más que yo y poder contarlo a la gente, porque es así y el que se resiente, se jode. Como me descuide, me da veinte vueltas, que no por las puras va a cumplir 40 años un día de estos.
Ay, "Toñito", tú y tu bocota, y yo, sin saber cómo tratarte. Nunca dejas de sorprenderme, tarado buena gente, cínico, entusiasta de ideas geniales, hipócrita. Das ganas de tenerte cariño, pedazo de imbécil, ¡pero qué ganas de tenerte cariño das, cabrón!
Y como no sé cómo juzgarte, doble cara de mierda, ni siquiera te miro a los ojos, para no darte uno de esos malestares espirituales que suelo causar cuando quiero mirar feo, bruja loca. Por eso prefiero mantenerme al margen de ti y no compartir tu entusiasmo, que hasta de eso me has privado, carajo. Y mira, por no poder ser objetiva contigo, me estoy yendo al otro lado, a ratos casi caigo en las fauces de la "Cobra".
Cobra Real, mi buen amigo Cobra, otro de estos, ¿quién te entiende? ¿Cómo debo tratarte? Ya sé que te simpatizo y te he movido fibras paternales, Cobra, porque además me recuerdas a mi viejo. Tú y Gran Jefe, los dos me lo recuerdan, y me jode, porque sí, porque mi papá era otra nota, Cobra.
Mira cómo me confundes, Cobra Real, tan inteligente, tan simpático, tan interesante y tan hijoputa. Otro "ying yang" buena gente, como todos los paridos por Eva. Mira que sé que no debo confiar en ti, pero me muero de ganas, porque sí y para no complicarme la vida, porque la idea de que me estás utilizando para algo que aún la videncia no me ayuda a descubrir, duele. Me gustaría estar convencida de tu veneno, Cobra, como hasta hace poco. Qué bien le trabajas el cerebro a la gente, perro, pero qué buena gente eres y qué ganas, qué ganas de confiar en ti. No es momento de sacudir prejuicios, Cobra, todavía no, hay algo que... no. Jodido tenerte cariño, Cobra, bien jodido.
Gran Jefe Toro Sentado. No digo nada, le debo lealtad y hay que ser coherentes.
A veces duele ser quien hay que ser. Vacío (ya debería hacerme a la idea). Me gustaría estar en otro lugar, lejísimos, con otras miras frente a mi nariz. Quizás haciendo la lucha junto a mi ex, en Irlanda (sí, idiota, seguramente él iba a querer llevarte)... Tal vez en Tierra del Fuego, en la China, en cualquier lugar que no sea aquí, lejisisísimos.
Vieja amargada malagradecida. Más vacío (no, no voy a acostumbrarme). Que no se me note la soledad frente a los que me quieren, no es la voz, aquí hay que disimular, hasta en el blog, sí, no, no sé, no sé nada, olvídalo, hola, no sé, con las luces apagadas es menos peligroso, aquí estamos, entreteniéndonos, una negación (más).
Sí pues, Dios, me siento sola y asustada por el vacío y la bulimia emocional. Mírenme, soy una adolescente de 15 años, ahora ya pueden empezar a aconsejarme, o mejor no, já!, debería mirar a mi alrededor y ver que todo está bien conmigo, porque lo está, es sólo este corazón partido a la mitad, sin nadie que acepte completarlo, y qué cursi, carajo, pero no pues, son tonterías, que la vida es más que amores, pero no me interesa, ¿cómo te lo explico? Pero... ¿por qué tengo que explicarlo?
Prioridades: este informe interminable (ya me madrugué en la oficina otra vez), buscar un depa barato, que en junio me largan porque llega la hija del casero (adiós recuerdos, adiós historias, eso está bien). El trabajo, el trabajo, el trabajo. Me encanta este trabajo, gracias a Dios tengo este trabajo. No sería gran cosa sin este trabajo. Me gusta, en verdad, lo santificaría si no fuera sugerencia de Escrivá, por puras ganas adolescentes de llevar la contra.
A estas alturas ya no sé de qué me estoy quejando. Seré más "adulta" la próxima vez.
Feliz cumpleaños, Blanquita. Buen vino. Feliz cumpleaños, Romyna, sorry por no acordarme.
Sería bueno dormir un poco, que trasnochar no es bueno para nadie. ¿Alguien ha visto a mi vasallo de la rosa azul?
Comentarios
Busca otras formas que complementen esa practica catarquica, a veces funciona muy bien buscar que generar endorfinas.. tus salidas al campo y esa conexión con las armonías de la naturaleza ayudan a eso pero, no empieces por buscar que encontrar afuera lo que debería empezar por dentro.
Me gusta tu mirada en la foto del profile parece firme y segura y eso me lleva a preguntarme que escondes tras de ella.
Besos.
Pd. conoces Cajamarca??? esa hermosa ciudad es de donde vengo =)