Relativo y Usual (labios de cereza)
Apenas me ocupé del asunto cuando supe que ella contaba por ahí de mi interés por su novio. Que le coqueteaba, que lo buscaba, que quería estar con él a como dé lugar.
Y eso, por supuesto, no era cierto…
Tú sabes quién buscaba a quién.
Claro, lo digo por eso.
Entonces sí hubo incomodidad. Es triste cuando las personas van por allí, diciendo mentiras.
Sí, pues.
.
Entiendo a la muchacha, de todos modos. Cuando una está enganchada por alguien, cuando no ha logrado mantener atado aquél síndrome de pertenencia que sucede al enamoramiento ordinario, es usual pensar/sentir/alucinar que estamos saliendo con el tío más buenote del mundo, y todas las demás mujeres, infortunadas ellas, querrían estar con él.
Hace falta estar muy ciega…
O muy enamorada…
Es igual.
Casi. Pero me conmovió la chiquilla. Pobrecita, el tío poniéndole los cuernos incontables veces y ella, culpando a las niñas. ¡Y a mí! Mira que si le contaba las propuestas del cabrón no me las iba a creer…
Es lo que tiene.
Ya.
¿Y qué hiciste con eso?
Lo más lógico. Ya te dije que me daba lástima eso de que la novia estuviera diciendo mentiras, ¿no?
Sí, ya me lo has dicho.
Pues me cogí a su chico, para que empiece a decir la verdad.
Y eso, por supuesto, no era cierto…
Tú sabes quién buscaba a quién.
Claro, lo digo por eso.
Entonces sí hubo incomodidad. Es triste cuando las personas van por allí, diciendo mentiras.
Sí, pues.
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Entiendo a la muchacha, de todos modos. Cuando una está enganchada por alguien, cuando no ha logrado mantener atado aquél síndrome de pertenencia que sucede al enamoramiento ordinario, es usual pensar/sentir/alucinar que estamos saliendo con el tío más buenote del mundo, y todas las demás mujeres, infortunadas ellas, querrían estar con él.
Hace falta estar muy ciega…
O muy enamorada…
Es igual.
Casi. Pero me conmovió la chiquilla. Pobrecita, el tío poniéndole los cuernos incontables veces y ella, culpando a las niñas. ¡Y a mí! Mira que si le contaba las propuestas del cabrón no me las iba a creer…
Es lo que tiene.
Ya.
¿Y qué hiciste con eso?
Lo más lógico. Ya te dije que me daba lástima eso de que la novia estuviera diciendo mentiras, ¿no?
Sí, ya me lo has dicho.
Pues me cogí a su chico, para que empiece a decir la verdad.
Comentarios
Muy bien retratada la fantasía esa de hacer justicia cuando la gente habla y dice cosas, cuando te señala, cuando te juzga, cuando te condena...
Sí pues, provoca voltear la tortilla. Un novio cabrón es perfectamente desechable... Enfrentar una calumnia colectiva requiere tener el útero bien puesto.
¿Quién es peor?
Da igual, tengo sueño.
P.D.: ¿Es que la gente ya no se ríe o has agarrado fibras delicadas? Es lo malo de creer que el amor pasional es el fin supremo de toda acción humana, caray. Demasiada importancia.