Centralismo
Lima, el “centro del universo”, el único lugar donde los campesinos sencillos pueden obtener un trabajito “decente” (mentira) y los egresados de buenas universidades de provincia encontrarán el “éxito”.
Lima, la ciudad que concentra todos los bienes y males de la globalización, todos los mejores puestos, todas las más grandes oportunidades.
Lima, a donde debes ir si has sido un buen alumno en la Universidad. ¿Por qué gastar energías en el “pueblo chico” donde siempre has vivido, si en Lima encontrarás la verdadera felicidad? ¿Por qué optar por tus amigos de siempre, la tranquilidad que amodorra y el único Bembos, si acá lo tienes todo?
Lima nunca estuvo en mis planes. Al acabar la carrera, sentí que había adoptado el rótulo de “MEDIOCRE”, porque, a diferencia de mis compañeros de promoción, nunca quise ir a Lima, ni a probar suerte, ni a nada, porque en mi “pueblo chico” tenía que haber una buena oportunidad para mí.
Debo reconocer que el síndrome del “post graduado” me duró más de un año. Por entonces, mis únicos trabajos eran independientes, corregir textos para una editorial DE LIMA, pues por algún motivo confiaban en mi trabajo, aunque sea vía e-mail, con un par de viajes al año; grabar eventos sociales en Sullana, tomar algunas fotos, dirigir algunos cursos en un par de colegios de ese lugar chiquitito donde decidí quedarme hasta ser una mujer con más estabilidad.
Y entre viajes a la serranía, quién sabe para qué y qué diablos hace esa muchacha, que nunca sale temprano, llega tardísimo y no usa uniforme, decían mis tíos de Piura... entre nada qué hacer más que viajar, y prestar una computadora 4 horas al día, escribí un libro sencillo y engrosé el CV lo suficiente para conseguir, tiempo después, el buen trabajo que tengo ahora.
Pero claro, es una experiencia en un millón. Todos los demás tendrán que irse a Lima. Es más, hasta yo debo considerar la opción, porque cómo es posible, Angela, que una mujer joven como tú, con toda tu experiencia laboral, no estés pensando en irte para allá, a conseguir un mejor futuro, con otro tipo de gente, sentenció una apreciada amiga.
Y bueno, ¿yo? Tengo un contrato hasta marzo de este año, pero dicen que se acaba en julio. Para entonces, un CV más gordo, una buena liquidación y, tal vez, chance de seguir… Tal vez, chance de buscar en otro lado trabajo o becas para capacitación. Mi objetivo: aprender más sobre formulación de proyectos de desarrollo. Creo firmemente que Dios me ha puesto en esto para ayudar.
Por supuesto, también he de pensar en mi formación y futuro profesional. Por lo menos ya tengo el fastidioso título y un curso de Comunicación Internacional, a cargo de luminarias de Lima (porque lo hice allá, viajando todos los fines de semana). ¿Entonces qué? ¿Lima?
Sólo si es un sueldo mejor, pero no sé… Uno nunca sabe, sin embargo, es una incertidumbre que no me da miedo. No me da la gana estar inconforme con mi vida hasta encontrar un trabajo en Lima.
Pero sí me da miedo que él haya optado por Lima, por “el centro del universo”, por “el lugar donde serás feliz”, dicen sus "superiores". Me asusta que busque su camino tan lejos de mí, sin embargo, es hombre, el trabajo es lo primero. Entiendo. Rezo diariamente para que encuentre el camino que busca, para que aprenda más día a día, para que, pese a querer quedarse en Piura (dijo), pueda verse hallado en lo suyo, y ser feliz, y tener todas las oportunidades que no encontró (ni encontrará, han vaticinado muchos) en este pueblo chico, donde sólo tiene raíces y gente que daría todo por su sonrisa… pero hasta eso se puede reemplazar.
Así es la vida. Seguiré cerca, hasta donde pueda. Amor mío, que Dios te bendiga. Que te vaya muy bien.
Lima, la ciudad que concentra todos los bienes y males de la globalización, todos los mejores puestos, todas las más grandes oportunidades.
Lima, a donde debes ir si has sido un buen alumno en la Universidad. ¿Por qué gastar energías en el “pueblo chico” donde siempre has vivido, si en Lima encontrarás la verdadera felicidad? ¿Por qué optar por tus amigos de siempre, la tranquilidad que amodorra y el único Bembos, si acá lo tienes todo?
Lima nunca estuvo en mis planes. Al acabar la carrera, sentí que había adoptado el rótulo de “MEDIOCRE”, porque, a diferencia de mis compañeros de promoción, nunca quise ir a Lima, ni a probar suerte, ni a nada, porque en mi “pueblo chico” tenía que haber una buena oportunidad para mí.
Debo reconocer que el síndrome del “post graduado” me duró más de un año. Por entonces, mis únicos trabajos eran independientes, corregir textos para una editorial DE LIMA, pues por algún motivo confiaban en mi trabajo, aunque sea vía e-mail, con un par de viajes al año; grabar eventos sociales en Sullana, tomar algunas fotos, dirigir algunos cursos en un par de colegios de ese lugar chiquitito donde decidí quedarme hasta ser una mujer con más estabilidad.
Y entre viajes a la serranía, quién sabe para qué y qué diablos hace esa muchacha, que nunca sale temprano, llega tardísimo y no usa uniforme, decían mis tíos de Piura... entre nada qué hacer más que viajar, y prestar una computadora 4 horas al día, escribí un libro sencillo y engrosé el CV lo suficiente para conseguir, tiempo después, el buen trabajo que tengo ahora.
Pero claro, es una experiencia en un millón. Todos los demás tendrán que irse a Lima. Es más, hasta yo debo considerar la opción, porque cómo es posible, Angela, que una mujer joven como tú, con toda tu experiencia laboral, no estés pensando en irte para allá, a conseguir un mejor futuro, con otro tipo de gente, sentenció una apreciada amiga.
Y bueno, ¿yo? Tengo un contrato hasta marzo de este año, pero dicen que se acaba en julio. Para entonces, un CV más gordo, una buena liquidación y, tal vez, chance de seguir… Tal vez, chance de buscar en otro lado trabajo o becas para capacitación. Mi objetivo: aprender más sobre formulación de proyectos de desarrollo. Creo firmemente que Dios me ha puesto en esto para ayudar.
Por supuesto, también he de pensar en mi formación y futuro profesional. Por lo menos ya tengo el fastidioso título y un curso de Comunicación Internacional, a cargo de luminarias de Lima (porque lo hice allá, viajando todos los fines de semana). ¿Entonces qué? ¿Lima?
Sólo si es un sueldo mejor, pero no sé… Uno nunca sabe, sin embargo, es una incertidumbre que no me da miedo. No me da la gana estar inconforme con mi vida hasta encontrar un trabajo en Lima.
Pero sí me da miedo que él haya optado por Lima, por “el centro del universo”, por “el lugar donde serás feliz”, dicen sus "superiores". Me asusta que busque su camino tan lejos de mí, sin embargo, es hombre, el trabajo es lo primero. Entiendo. Rezo diariamente para que encuentre el camino que busca, para que aprenda más día a día, para que, pese a querer quedarse en Piura (dijo), pueda verse hallado en lo suyo, y ser feliz, y tener todas las oportunidades que no encontró (ni encontrará, han vaticinado muchos) en este pueblo chico, donde sólo tiene raíces y gente que daría todo por su sonrisa… pero hasta eso se puede reemplazar.
Así es la vida. Seguiré cerca, hasta donde pueda. Amor mío, que Dios te bendiga. Que te vaya muy bien.
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Feliz 23 de enero, “Desde mis ojos”… Espero que este año sea mejor que el anterior, aunque las cosas no hayan empezado con buen pie. Asumamos los retos, pues.
Feliz 23 de enero, “Desde mis ojos”… Espero que este año sea mejor que el anterior, aunque las cosas no hayan empezado con buen pie. Asumamos los retos, pues.
Comentarios
Lo que sí me preocupa es si de nuevo te quedrás sola... ¿còmo has pensado manejar ese tema? ¿Ya lo tienen conversado? Si me aceptas un consejo, te diría que traten mucho de sentirse cerca uno del otro para que la distancia no contamine su relación. Suerte reinita. Te quiero mucho.
Haré todo lo que me dicte el corazón, y todo lo que humanamente pueda asumir... ¿Pero quién responderá por mis lágrimas? ¿Dios? ¡Al carajo con todo!
Voy por un cigarrillo, a tratar de recuperar mi natural filantropía. Gracias, amigo.
Besos.
A mi me paso algo similar pero a escala diferente, tener que salir pues el tema laboral estaba complicado en el gobierno de transicion, asi que sin buscarlo.... termine yendome.
Ahora soy quien dice a quienes tienen algo mas o menos seguro (que si, hay quienes tienen esa suerte) que evaluen lo que van a dejar y si les compensa el riesgo.....
Mucha suerte Angela, esto de las relaciones a distancia es complicado, espero q tengas mejor suerte que yo pero tienes a tu favor que la distancia no es tanta.
Saludos Caribeños!
PD: En conclusion, no es la capital el problema, es la partida....
El hecho es que para mí, Lima sí es el centro del universo: de MI universo, el único que me importa. Es mi lugar. Soy consustancialmente limeño, aunque esta ciudad sea una real patada en las bolas. Por eso soy feliz cada que vuelvo, porque mi trabajo me lleva a estar fuera la mayor parte del tiempo (con un poco de suerte, mi próximo destino será tu encantadora ciudad).
Por supuesto, llevo una relación a distancia. Es la segunda, y milagrosamente, funciona. La primera no funcionó porque ella se fue un poquito más lejos (digamos que cruzó el Atlántico) y yo no quise irme.
La vida es larga para probar de todo. Confía en tus instintos. A veces acertarás, en otras no. En ambos casos engrosarás el único CV que de verdad importa, el de tu vida.
Buena suerte!!
El problema es cuando surjen las responsabilidades, "ataduras" de uno u otro modo, que te reducen las posibilidades de decisión, te ennegrecen el panorama a primera vista, y desalientan. Claro, bien pensadas las cosas, siempre hay solución y fuerza para librar cualquier batalla, una vez que se ha vencido el miedo (o la poca tolerancia al fracaso).
La verdad nunca me planteé irme a Lima como primera, segunda, quinta, décima opción. Me quejo de la idea generalizada entre muchos "jóvenes profesionales inteligentes" que sentirán sus vidas (y carreras) frustradas si no se van a Lima. Me quejo de la capital como única opción de éxito y felicidad, mas no como un recurso válido, al que cualquier persona debería poder acceder, si quiere.
Mi querido Angel, a mí Piura también me asfixia, pero afortunadamente puedo salir al campo, como parte de mi trabajo. Es eso, simplemente no me quiten el campo, ni el amor de las personas que amo. Todo lo demás, estará bien.
Un abrazo a todos, con mucho cariño.
P.D.: el viernes que viene me voy a Lima :)