Viejecita

Si hay algo que siempre agradeceré a Bea (además de los apuntes de Peinado) es haber cantado, con su voz preciosa, esta canción:

Velha Chica
.
Antiguamente la vieja Chica vendía cola y jengibre, y por la tarde lavaba la ropa del patrón importante.

Y nosotros, los niños de la escuela, le preguntábamos a la abuela Chica cuál era el motivo de aquella pobreza, de aquel sufrimiento nuestro.

Mira, niño, no hables de política, no hables de política.

Pero la vieja Chica confundía nuestros pensamientos. Ella sabía, más no decía la razón de aquel sufrimiento.

Mira, niño, no hables de política, no hables de política.

El tiempo pasó y la vieja Chica se hizo más vieja. Levantó una cabaña con techo de cinc.

Mira, niño, no hables de política, no hables de política.

Pero quien ve ahora el rostro de aquella señora, de aquella señora…
Con las arrugas del sufrimiento, del sufrimiento, del sufrimiento…
.
Y ella dice:
Mira, niño, antes de morir, quiero ver a Angola en paz…
Mira, niño, antes de morir, quiero ver a Angola y el mundo en paz...
.

Por cierto, Waldemar Bastos, quien canta con Dulce Pontes en este concierto, es angoleño. Ella, fadista portuguesa, claro.

Comentarios

Anónimo dijo…
Muy bonita cancion, no la habia escuchado antes.
Hola! Acabamos de inaugurar una página www.mroja.com.ar y quisieramos saber si te interesaría publicar algunos escritos tuyos. Un abrazo. María
mi dirección de correo, por si te gustó la pagina es maria@intelygo.com

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