Cerrando

Casi me voy, pero todavía. De hecho, aún estoy aquí y quedan pendientes varias despedidas. No quiero despedirme, prefiero fingir que no pasa nada, tomar un tren, un bus y, cuando nadie esté mirando, subirme al avión. Pero es seguro que no podré evadirme esta vez, pues, muy a mi pesar y gracias a Dios, no estoy sola.

Comentarios

Nunca tuve mudanzas, tampoco las quiero tener. Nada como mi Barranco querido.

Saludos

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