¡No es tu problema!

Admito que no soy la mujer más “open mind” del planeta, por una sencilla razón: no tolero la asquerosa “unidireccionalidad” de los “mente abierta” de hoy en día, pues tienden a no aceptar como válido cualquier pensamiento “conservador” (llaman así a todo lo que les parece) que vaya en contra de su libertad para hacer lo que se les de la gana, siempre, donde sea, como sea y con quien sea.

Y no soy moralista, pero no me da vergüenza que alguien me llame así a causa de mis ganas de no soportar las incoherencias y las injusticias.

Sé que hay normas de convivencia a respetar, no porque sean “sucias leyes humanas”, sino por tratarse de simple “buen trato”, inherente a nuestro instinto de conservación y formación de grupos (¿han notado que, por la calle, hasta los perros se saludan?).

Yo no le hago daño a nadie oyendo la música que escucho, siempre y cuando no haya un enfermo convaleciente en el departamento de al lado... ¿Imagínense cuántos ángeles y demonios le haría ver al pobre si pongo el Master of Puppets de Metallica, a todo volumen, un domingo al mediodía?

Claro, tantas veces he respetado a quienes no suelen hacerlo conmigo, sí pues, ¿y? No siento haber perdido nada, vivir en vecindario no es una competencia, aunque a veces parezca lo contrario.

No sé si sea parte de mi tendencia psicológica a enclaustrarme y mi vida de ermitaña, que suele romperse con salidas en grupo al cine, o a comer celebrando el cumpleaños de alguien. No sé. Pero sí sé que no me viene mal ser como soy, aunque a veces exagero (siempre hay cosas por corregir y mejorar) y otras tantas, simplemente, meto mi nariz donde no me llaman, porque siento que sí es mi jodido asunto y ya.

Tal parece que vivir y andar por las calles consiste en no mirar a nadie, no sentir a nadie y no saber de nadie. Alguna injusticia no ha de dolerte si no te la están haciendo a ti, ¿total?, por las “puras webas” no te vas a hacer problemas. Entonces... ¿para qué estamos?

Hombre, tampoco te digo que me voy a meter a la casa de mis vecinos de abajo, para opinar que no deberían tener tantos perros en un depa tan chiquito, pues están solos y necesitan compañía, aunque sí les digo, de vez en cuando, que los dejen bien alimentados al salir, porque ladran demasiado y a veces resultan un poco “insoportables”. En fin, cosas de esas... (me han dado permiso de echarles agua con un rociador, jejejejejeje)

Y tanto rollo, sólo para contar que además de no soportar a los “mente abierta unidireccionales”, tampoco aguanto a los “relativistas”, porque no pues, porque es una actitud conveniente ante cosas que son universalmente negras o blancas. De acuerdo, es cierto que cada ser humano vive un universo de experiencias y aprendizajes, diferente a los demás, y que un ladrón que roba por hambre tiene (o debería tener) menos pena que el que roba por pura ambición y tal, pero...

Pero creo que me faltaron cursos de filosofía para darle forma a lo que quiero decir.

El otro día, cuando estuve en Puerto Maldonado, salí con la gente de un albergue que había conocido. Buenos tipos.

Primero fuimos a una disco de por afuera, puro ritmo musical brasileño. Luego, a otra más “céntrica”, con toda la música del ranking de “Studio 92”. Muy bueno todo, hasta que vi a dos mujeres peleando. A una de ellas la sacó abrazada un hombre grande y gordo, tal vez su novio, no sin antes darle un empujón contra la barra a la otra flaca (podría catalogarse como “defensa propia con armas no equitativas”)...

La mujer, que tocaba con facilidad los 40 años, se sacudió el polvo, se arregló el cabello, y continuó disfrutando de la fiesta. Me dijo que era de Lima y miraba a todas las chicas de mi grupo, empezando conmigo, con una expresión muy poco maternal, más bien lésbico. En fin, ese sí que es asunto de ella (y de la que quiera ligar con ella). Punto.

Al poco rato, un muchacho pasó por encima de nosotras y se lanzó de inmediato a sacar plan. Lo consiguió en tiempo récord. Entones, una de las guías del albergue, muy bajito y casi con dolor: “Angelita... ese pata(n) es el novio de la administradora del albergue... sí, es él”...

Bueno, ¿y a mí eso qué me importaba? Total, apenas si había conocido a la administradora y ni siquiera me había caído del todo bien (claro, prejuicios míos, seguro esperaba que la mujer se lo pasara haciéndonos la fiesta, con todas las cosas que seguramente tendría que hacer)... Pero bueno, estaba lo suficientemente borracha para:

- Hola... Perdona, ¿tú eres Fulano, verdad?

Y Fulano, espantado... Entonces:

- Yo: Sí, sí, tú eres Fulano, el novio de Sultana, la de tal y tal sitio...
- Él (sudando frío): ¡No, no soy, te estás confundiendo!...
- Yo (antipatiquísima): ¡Sí, sí eres! (risa)
- Él: ¿Cómo me conoces? ¿Quién eres?
- Yo: Me llamo Ángela, ¿pero qué más te da?
- Él: ¿Y cómo conoces a Sultana?
- Yo: Porque soy reportera...
- Él: ¿Trabajas con ella?
- Yo: No...
- Él: ¿Qué cargo ocupas en el albergue?
- Yo: ¡Ninguno! No te espantes. Ya te he dicho que soy reportera y, francamente, sólo la conozco de dos días... Pero ellas sí trabajan con ella (las guías, de brazos cruzados y gesto grave).

Fulano saludó a las chicas con todo el cinismo del mundo. Preguntó por Sultana, dijo que la iría ver en estos días. Luego se volvió a mí:

- Él: ¿Qué quieres?- Yo: ¿Cómo?
- Él: ¿Qué quieres que te de a cambio de que no digas nada?
- Yo: Ay, no seas idiota. Si ni sé quién eres, caíste, imbécil. Pero bueno, ellas son amigas de Sultana y verán lo que harán. Yo, mañana me borro de esta ciudad. Pero me encantó hacerte pasar un mal rato, para que no pienses que puedes hacer daño a la gente que te quiere, y salir siempre impune.
- Él: Pero dime quién eres...
- Yo: Nadie, ¿ok? Nadie.

Luego de eso, lo confieso, ni siquiera me atreví a ir sola al baño, sino con una de las guías. Ella me contó que Sultana “podría estar” embarazada del adorable muchachito, y que no era la primera vez que le ponía los cuernos, pero que ella estaba muy enamorada y ciega, y que tal y que cual, y bueno, amiga, ya verán ustedes lo que hacen. Yo, sobre todo después del roche, sí le contaría a la mujer de 5 idiomas bien hablados que su amado se desboca cuando ella no está cerca, aunque me mande a la mierda, ¿total?...

Cuando he contado esto que pasó a amigos y amigas, la primera respuesta ha sido: “¡Pero qué antipática eres! ¿Cómo se te ocurre hacerle ese roche? ¡Pobre!”...

Es decir, que si mis amigos ven a mi novio besando a otra, ¿no le dirían nada, para no hacerle dar chucaque?... ¡CARAJO!

Tampoco se trata de andar por ahí buscando intrigas, hablo de actuar ante evidencias tan vergonzosamente tangibles.

Pero bueno, salvo para las guías, esa noche fui la bruja más mala del mundo, sobre todo en opinión de mi compañero de viaje, quien, en parte porque ya estaba molesto conmigo (otra historia) y en parte porque herí su susceptibilidad de “mente abierta unidireccional y relativista acérrimo”, me gritó un fiscalizador: “¿Y acaso era tu problema?”.

No sé, pues, no era mi problema. Pero me resulta difícil confiar en un hombre o en una mujer que traiciona sus propios “te amo’s”... Bueno, eso de entrada, que si luego hay Sultanas capaces de tolerar a Fulanos de este tipo, ¿ya qué me queda?

Comentarios

D for disaster dijo…
Decidirse a intervenir y decidirse a no inetervenir son el fondo lo mismo: tomar una decisión sobre una vida ajena. Bueno o malo? depende, no? me gana el relativismo.
SERGIO dijo…
Y vaya que disfrutaste muy bien ese momento. No te sentiste por breve segundos una "defensora de la justicia" misma batichica en su batimoto? jaja
Muy bien hecho!
Atre dijo…
Por lo menos se le habran encogido...las ganas de hacerlo por algun tiempo, aunque te dire que hay algunos que a mayor roche mayor reto....simplemente les parece demasiado seductor sacar la vuelta a vista y paciencia de todos...creo que tiene todo un componente sicologico....
Anónimo dijo…
Je pobre el tipo xD ese jee bkn estuviste genial
NEO dijo…
Oye que mala para hacer eso.

Yo que tu chantajeaba primero ($$$) y luego le metía cuchillo delante de la flaquita.

Es un problema el ser conocido, por eso, ni que conozcan a mi flaca ni lo otro
Arturo dijo…
Pero.. ser "Open Mind" no significa no tener una posicion definida o que todo "me llega"... me parece que el sentido existencial debe conjugar con la idea de ser consecuentes bidireccionalmente hablando o sea, si el tipo la engaña hubiera sido interesante decirle como reaccionaria si ella hiciese lo mismo que el y aunque eso sea algo hipotetico lo interesante sería escarbar en los momentos de verdad... pero, seamos objetivos, meterse en la vida de otros es un desperdicio de tiempo porque la mala eleccion la ha hecho ella y no me vas a negar que la intuicion femenina no funciona en estos casos, eh ! Aun asi, nada sirve de disculpa a la patanería y el engaño...aqui el asunto mas bien es un "Close Mind" de ambos.
Anónimo dijo…
Bueno, creo que ese es el mal del peruano, la inacccion, ¿cuantas veces hemos visto como roban a alguien delante nuestro y no movemos ni un dedo para ayudar?, en cuanto a lo que hiciste ¡¡¡bien por ti angela...!!! y ojala que todos hicieramos las cosas de esa manera.

Un abrazo y un beso de un desconocido.
Adrian
p.d. Sorry, no tengo blog ni web site asi que no me quedo otra mas que anonimo :P
Mamá de 2 dijo…
¡Gracias por sus comentarios, chicas y chicos!

Y bueno, en mayor o menor medida, prefiero seguir levantando la mano, siquiera para no perder la costumbre (aunque todos los que van conmigo se mueran de roche, jejejejeje).

Sí, pues, Arturo, la clave aquí es la "bidireccionalidad"... de allí ya sale más fácil eso de "respetos guardan respetos".

Y no te creas, a veces la intuición femenina tiende a fallar: o acabamos paranóicas, exagerándolo todo, o no nos damos cuenta de nada. Cosas del Orinoco...

¡Un abrazo colectivo!

P.D.: Ya pues, Adrián, créate un blog!
Fer Nando dijo…
vuelvo a darme una vuelta en tus larguisimos post, y veo que, en este larguisimo post, estamos de acuerdo en algunas cosas.
no se por que sera, pero los relativistas siempre son relativistas con las cosas que a ellos no les conviene. o sea, robar es malo, pero el relativismo esta en negar esa situacion, cuando el relativista quiere ese objeto que esta deseando y que, claro, no se plantea la relatividad de su valor como objeto de placer. como que no, claro que si...
chau, saludos...
Erick Aubert dijo…
Felizmente eres open mind, sino me jalabas en el circulo, que gusto encontrar tu blog. Por cierto bastante interesante el articulo, muestras bastante bien las incoherencias de nuestra aborrecida y a la vez amada sociedad.

Entradas populares